viernes, 31 de octubre de 2025

Una vez, el director estadounidense Raoul Walsh, afirmó: "No existen treinta y seis maneras de que un hombre se suba a un caballo". Su afirmación era también parte de un método. Como bien explica Edgardo Cozarinsky, el cineasta tradicional sabe que existen más de treinta y seis formas pero, su intención es convencer al espectador de que realmente sólo existe una. La película se divide por lo tanto en dos partes: en la primera, empleando diálogos con Walsh, el espectador se pregunta qué es realmente el lenguaje clásico. En la segunda tiene lugar un proceso de investigación entre la ficción y el documental y, en ella, un personaje da vueltas al origen de la frase de Walsh. Todo ello con el propósito de desentrañar una duda eterna: ¿Cuánto de experimental tiene el cine clásico, y cuánto clasicismo se esconde en el conocido como "cine experimental"? 
Trailer VO