Simon y Dede son dos amigos sin rumbo que pasan los días emborrachándose y el resto del tiempo tumbados. Simon vive del paro en una caravana aparcada cerca del piso de su hermana. Dede trabaja empaquetando pescado. Ninguno de los dos tiene mucha sensibilidad, ni son jóvenes, ni tienen buen aspecto. Su sangre fría los mantiene en buen estado mientras llevan su triste vida.

