El cortometraje narra el asalto a un tren por parte de unos bandidos y fue escrita y dirigida por Edwin S. Porter, a quien se le atribuye en ocasiones la paternidad del cine de ficción. Porter trabajó en el estudio de Thomas Alva Edison, creando la que sería la primera película estadounidense importante. De diez minutos de duración, "Asalto y robo de un tren" influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el género escogido: el western. Y sobre todo el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas -o disponibles- se reúnen para conseguir un conjunto coherente. "Asalto y robo de un tren", conquisto un gran éxito y contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un espectáculo de masas. Las pequeñas salas de cine, conocidas como nickelodeones, se extendieron por Estados Unidos y, fue así como el cine comenzó a emerger como industria.