En la década de 1950, una familia japonesa se traslada al campo. Las dos hijas, Satsuki y Mei, entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas con fábulas e historias mágicas sobre duendes y espíritus protectores del hogar, mientras la madre se encuentra hospitalizada, en fase de recuperación.